Permite optimizar el uso de recursos como el inventario, el transporte y el almacenamiento, lo que contribuye a reducir los costos operativos de la empresa.

Una cadena de suministro bien gestionada garantiza una entrega oportuna y confiable de productos o servicios a los clientes. Esto contribuye a mejorar la satisfacción del cliente al cumplir con sus expectativas de calidad, disponibilidad y tiempos de entrega. 

Al alinear la cadena de suministro con los objetivos estratégicos de la empresa, como la expansión geográfica, la diversificación de productos o la mejora de la eficiencia operativa, las empresas pueden aprovechar la logística como un impulsor clave del crecimiento y la competitividad en el mercado.